Si te apasionan las historias en hospitales, con médicos que salvan vidas mientras lidian con sus propios dramas personales, esta lista es para vos. Desde clásicos que marcaron época hasta propuestas modernas que no puedes dejar pasar, estas son las 7 mejores series médicas que tienes que ver. Y sí, The Pitt ya se ganó su lugar.
The Pitt (2025)
La serie más reciente de esta lista y, aun así, una de las más impactantes. The Pitt, disponible en Max, nos lleva por una sola jornada dentro de un hospital, narrada en tiempo real: cada capítulo representa una hora de una misma guardia. Noah Wyle (de ER) brilla como Robby, un médico lleno de heridas emocionales que intenta sobrevivir a la tensión de cada turno. Con un elenco afilado y una narrativa cruda y realista, esta serie logra transmitir la presión y humanidad del entorno médico como pocas otras.
M*A*S*H (1972–1983)
Mucho antes de que se hablara de “dramedias”, M*A*S*H ya jugaba con los límites entre el drama y la comedia. Ambientada durante la guerra de Corea, pero pensada como una crítica al conflicto en Vietnam, la serie podía pasar de lo hilarante a lo desgarrador en cuestión de minutos. Alan Alda lideraba un elenco inolvidable en esta serie de 256 episodios que terminó con uno de los finales más vistos y emotivos de la televisión. Todo esto al ritmo de “Suicide Is Painless”, su inolvidable canción de apertura.
The Good Doctor (2017–2024)
Esta serie de ABC presentó un nuevo tipo de protagonista para los dramas médicos: Shaun Murphy, un joven cirujano con autismo y síndrome del sabio. Interpretado con mucha sensibilidad por Freddie Highmore, el personaje nos permitió ver la medicina desde una perspectiva distinta. A eso se suma un grupo de colegas con historias personales complejas, que hacen de cada episodio una mezcla de casos impactantes y desarrollo humano. The Good Doctor no solo emocionó, también visibilizó realidades poco representadas en la televisión.
Scrubs (2001–2010)
Pocos shows han logrado equilibrar el humor absurdo con momentos tan emotivos como Scrubs. Lo que parecía una comedia ligera sobre médicos jóvenes se transformó en una serie querida que supo hablar sobre la muerte, el fracaso y la amistad con una sensibilidad inesperada. Zach Braff y Donald Faison crearon una de las bromas médicas más icónicas de la TV, mientras que John C. McGinley se robó cada escena como el Dr. Cox. Hoy sigue siendo una favorita del público y hay planes para traerla de vuelta.
House M.D. (2004–2012)
Con su protagonista cínico, adicto al Vicodin y con una pierna que lo hace cojear, House M.D. trajo una nueva forma de ver la medicina en la pantalla. Hugh Laurie se metió en la piel del Dr. Gregory House, un médico brillante que prefería la verdad a la cortesía y los hechos a la empatía. Cada capítulo era un misterio médico que el equipo debía resolver, al estilo Sherlock Holmes. Una serie intensa, inteligente y llena de momentos memorables.
Grey’s Anatomy (2005–)
Amada, criticada, imitada y aún en emisión. Grey’s Anatomy es el drama médico más longevo del prime time estadounidense, y no es por casualidad. La serie creó un universo propio en el hospital Grey Sloan, con romances, tragedias, catástrofes naturales, tiroteos y hasta un episodio musical. Ellen Pompeo, Patrick Dempsey, Sandra Oh y tantos otros le dieron vida a una generación de cirujanos que ya es parte de la cultura pop. Si no lloraste con al menos un capítulo, es porque no lo viste bien.
ER (1994–2009)
La serie que lo cambió todo. ER no solo lanzó al estrellato a George Clooney, también redefinió el género con su ritmo acelerado, diálogos realistas y tomas en movimiento dentro del hospital. Anthony Edwards, Julianna Margulies y Noah Wyle fueron parte de un elenco que se sintió siempre humano. La serie ganó 23 Emmys y nos dejó momentos que aún hoy se citan como algunos de los más conmovedores de la televisión. Si quieres ver cómo se hace un drama médico perfecto, esta es la referencia.