¿Alguna vez has hablado sobre algo completamente aleatorio —digamos, un paseo por el Golden Gate— y al día siguiente te aparecen anuncios sobre viajes a San Francisco? Más allá de tomarlo como una señal para concretar la acción, esa sensación inquietante de que tu teléfono está escuchando todo lo que dices no es solo paranoia… al menos, no del todo.
Aunque las grandes compañías tecnológicas lo niegan, los teléfonos inteligentes están diseñados para estar siempre atentos. El asistente de voz (ya sea Siri, Google Assistant o Alexa) necesita estar escuchando constantemente por si le dices su palabra clave: “Hey Siri”, “Ok Google”, etc. ¿Y cómo hace eso? Exacto: manteniendo el micrófono encendido todo el tiempo.
¿Tu teléfono te está espiando?
Antes de entrar en pánico y envolver tu celular en papel aluminio, hay una forma sencilla de comprobar si tu teléfono realmente está escuchándote. Haz este experimento: durante un par de días, habla en voz alta cerca de tu celular sobre un tema muy específico y poco común para ti. Algo que nunca hayas buscado, comentado o publicado. Por ejemplo: “quiero adoptar una iguana” o “me interesa comprar una hamaca tailandesa”. Repite varias veces comentarios sobre ese tema, sin buscar nada en Google ni mencionarlo en redes. Luego observa qué tipo de anuncios empiezan a aparecerte.
Si de pronto ves ofertas de hamacas o alimentos para reptiles en Instagram… bueno, podrías tener un problema.
Y no sería tan descabellado. Aunque no hay pruebas concluyentes de que Google, Apple o Meta estén usando activamente el micrófono de tu teléfono para espiarte, la tecnología para hacerlo existe. De hecho, en 2024 se descubrió que una empresa llamada Cox Media Group ofrecía una solución llamada “Active Listening”, pensada para monitorear conversaciones y entregar anuncios más precisos. Supuestamente, trabajaban con grandes compañías como Amazon, Google y Microsoft. ¿La usaban? Oficialmente, no. ¿Podrían? Claro que sí. ¿Deberíamos preocuparnos? Probablemente sí.
Pero lo más inquietante es que ni siquiera hace falta que hables para que tu teléfono sepa en qué estás pensando. Tus dispositivos pueden ser más intuitivos de lo que crees.
Entonces, si no me escucha, ¿cómo sabe tanto de mí?
Aunque no lo creas, los sensores de tu teléfono recogen toneladas de información sobre ti: desde tus hábitos de movimiento (gracias al acelerómetro y el giroscopio), hasta los lugares que visitas (gracias al GPS), con quién pasas tiempo (Bluetooth), tus intereses (apps que usas, tiempo de pantalla) e incluso tu estado de salud.
Y eso sin contar los datos que tú mismo le das: búsquedas en Google, compras online, lo que ves en TikTok, lo que le das like, tus chats, tus fotos, tu lista de os… Es como si llevaras un espía en el bolsillo que sabe absolutamente todo de ti, incluso sin escucharte.
Cómo evitar que tu teléfono escuche todo lo que dices
1. Revisa los permisos de tus aplicaciones
Muchas veces, al instalar una app le das permisos sin pensar: cámara, micrófono, ubicación… todo con tal de usarla rápido. Pero algunas de esas apps no necesitan al micrófono y aun así se lo has concedido.
Ve a los ajustes de tu teléfono, busca la sección de Privacidad o Permisos de apps, y desactiva el al micrófono para todas aquellas aplicaciones que no lo necesiten (que son la mayoría).
2. Desactiva el asistente de voz
Si no usas Siri, Google Assistant o configurarlo desde los ajustes de tu dispositivo; te tomará solo unos minutos.
Además, puedes borrar el historial de comandos de voz, que en muchos casos está guardado en tu cuenta de Google o Apple sin que te hayas dado cuenta.
3. Mantén todo actualizado
Puede sonar aburrido, pero es importante. Las actualizaciones del sistema operativo y de tus apps no solo traen funciones nuevas, también corrigen vulnerabilidades que podrían ser aprovechadas por hackers para acceder a tu micrófono o cámara. Si no actualizas, estás dejando la puerta abierta.
4. No descargues apps sospechosas
¿Una linterna que pide al micrófono? ¿Un juego que quiere tu ubicación en todo momento? Malas señales. Descarga apps solo de tiendas oficiales (Google Play o App Store) y siempre revisa los comentarios y permisos antes de instalarlas.
5. Modo avión o apagar el teléfono
Sí, suena drástico, pero si vas a tener una conversación verdaderamente privada y no quieres correr riesgos, apaga tu teléfono o déjalo en otra habitación. Incluso el modo avión puede ser útil si no quieres que el micrófono esté disponible en ese momento.
Nunca es tarde para retomar el control
Tal vez pienses: “ya entregué toda mi información, ¿para qué preocuparme ahora?”. Pero nunca es tarde para empezar a tomar el control. Limitar los s de las apps, usar buscadores más privados (como DuckDuckGo), o instalar navegadores que bloqueen rastreadores (como Brave) puede reducir considerablemente la cantidad de información que se recolecta de ti.
Y si te interesa ir más allá, puedes optar por servicios de correo electrónico privados, VPNs que enmascaren tu ubicación real, y configurar tu teléfono para que comparta lo mínimo indispensable.