¿De qué trucos para autos hablamos, exactamente? No sé si te has dado cuenta, pero cada vez llega el frío y el invierno más de repente. Entonces, incluso manejar al supermercado podría convertirse en una implacable lucha contra los elementos, eso sin mencionar a otros conductores que estarán en las mismas que tú. Con el invierno llegan las bajas temperaturas, el hielo y la nieve, convirtiendo cualquier un viaje rutinario en una auténtica odisea por el infierno. El clima ejerce una presión inusual en tu vehículo, necesitando piezas y equipamiento que puedes haber pasado por alto durante los gloriosos (y lejanos) días de verano. A continuación, te ofrecemos los mejores trucos para autos en invierno.
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Protege tu auto
Si tienes la posibilidad de estacionar tu carro en un garaje o debajo de un toldo, eres un afortunado y no dudes nunca en dejarlo allí. Tener que levantarse a altas horas de la madrugada para quitar el hielo de las ventanas no es una actividad particularmente divertida o apasionante. Estacionar tu vehículo en un área cálida y seca hará que salir al trabajo por las mañana sea inmensamente más fácil. Si no tiene al estacionamiento cubierto, puedes comprar una cubierta en cualquier tienda de hardware o de partes de automóvil, evitando así que la nieve y el frío se peguen a la carrocería, parabrisas y ventanas. Recuerda lavar esta cubierta regularmente también, ya que así evitas que el remedio sea, a la larga, peor que la enfermedad.
Comprueba el estado de tu batería
Las baterías de los automóviles y los humanos tienen una cosa en común: odian el frío. Incluso una batería que funcione habitualmente bien puede negarse a trabajar si no le gusta el clima. De hecho, las bajas temperaturas pueden reducir la potencia de la batería hasta en un 50%. Considera la posibilidad de reemplazar tu batería o, como mínimo, llévela al mecánico y compruébala antes de que llegue la peor parte del invierno.
Estas pruebas no siempre son 100% precisas, por lo que, si tienes dudas, simplemente opta por una nueva, o compra un par de cables de puente. De cualquier manera, vigila siempre los bornes (terminales positivo y negativo) de la batería durante todo el año. Usa bicarbonato de sodio, agua y un pequeño cepillo de alambre para evitar la corrosión.
Programa una inspección
Al igual que una visita al médico, nunca es una mala idea llevar tu auto a un profesional con licencia para asegurarse de que todo está funcionando correctamente. Siéntete libre de omitir este paso si puedes realizar este chequeo tú mismo, pero con las tensiones adicionales del invierno, una segunda opinión nunca es una mala idea.
Un mecánico te informará si los diversos sistemas y partes de tu automóvil —el radiador, los frenos, etc.— están en óptimas condiciones, al tiempo que garantizará que los líquidos de tu carro (anticongelante, líquido de frenos, aceite, etc.) están en los niveles correctos. También recomendamos tener el tanque de gasolina de tu carro siempre lleno a la mitad (al menos), para evitar que las tuberías de combustible se congelen. Cambiar el aceite antes del invierno tampoco es una mala idea.
Equipar los neumáticos con cadenas o con neumáticos de nieve
Las tareas de mantenimiento también deben incluir el exterior. Las ruedas son claves para manejar de manera segura en condiciones de hielo. Asegúrate de que las bandas de rodadura no estén desgastadas a menos de 1/8 de pulgada para asegurarte la tracción adecuada, y estate atento a las manchas cuadradas en lugares fríos, que provienen del aire caliente que sube desde dentro del neumático.
Además, debes considerar comprar cadenas para tus neumáticos, o cómo usar un gato hidráulico.
Mantén un kit de emergencia
Si bien es cierto que puedes hacer todo lo posible para no acabar en una situación peligrosa, simplemente no puedes planear y controlarlo siempre todo. Por ello, no es una mala idea tener siempre listo un kit de emergencia para el peor de los casos.
Considera incluir agua embotellada, alimentos, bengalas, mantas, una pala, linternas, baterías y un botiquín de primeros auxilios. Amazon tiene una gran cantidad de paquetes de emergencia prefabricados para la venta, los cuales van desde kits de nivel de entrada a paquetes más completos que vienen incluso con cargadores de teléfono, radios y sierras plegables.
Además, considera la posibilidad de comprar arena de gatos para derretir el hielo, por si te quedas atascado. Son cosas que siempre es bueno tener en tu automóvil, especialmente si te preocupa quedarte atrapado en un banco de nieve.
Compra bolsas de arena
Lo creas o no, los sacos de arena pueden ser tu mejor aliado si tienes una camioneta o un automóvil con tracción trasera.
Compra dos bolsas grandes y ponlas en la cama de tu camioneta o en el maletero de tu automóvil.
Esto distribuye más peso sobre las ruedas motrices, proporcionándole más tracción cuando más lo necesita. Y si la cosa empeora, puedes usar la arena interior para moverte, si es que te quedas atascado en la nieve o en el barro. Las bolsas de arena también son relativamente baratas, y se pueden encontrar en cualquier ferretería.
Revisa tus limpiaparabrisas
Descubrir que las gomas o escobillas de los limpiaparabrisas de tu auto estás desgastado mientras manejas al trabajo en una ventisca, puede convertir tu mañana en un verdadero infierno. Las escobillas son baratas, fáciles de cambiar y, a menudo, pasan inadvertidas, especialmente si vives en un área en la cual no llueve mucho durante los meses de verano. Haz lo siguiente: si no recuerdas la última vez que los cambiaste, para en la primera tienda de piezas de automóviles que encuentres y compra un nuevo juego. No te costará mucho, y cambiarlas es un trabajo que te tomará cinco minutos sin siquiera necesidad de herramientas. Ten en cuenta que algunos automóviles (incluidos muchos SUV) también tienen un limpiaparabrisas trasero. ¡Ah y aprovecha! Vuelve a llenar el líquido de tu limpiaparabrisas mientras cambias las escobillas.
*Artículo actualizado por Daniel Matus el 17 de octubre de 2019.
