Si quieres que tus neumáticos duren, tendrás que alternarlos o cambiarlos de ubicación. Saber como cambiar las ruedas —ya sea por su durabilidad, o por un simple pinchazo— es tan esencial para la rutina de mantenimiento regular de tu automóvil como cambiar el aceite. También es un proceso relativamente simple, aunque requiere conocer ciertos datos, un poco de preparación y tener las herramientas adecuadas. A continuación, te lo explicamos con más detención.
¿Por qué es necesario rotar las ruedas de posición?
La rotación o cambio de posición de los neumáticos es una de las tareas más sencillas en el mantenimiento de los automóviles, aunque también es una de las más esenciales. Los neumáticos se desgastan en diferentes grados y formas, y cambiar su posición periódicamente garantiza que ese desgaste sea más uniforme. Esto significa que no tendrás que comprar neumáticos nuevos prematuramente. Si todos los neumáticos se desgastan por igual, responderán siempre de la misma manera, asegurando las características de seguridad del manejo.
La rotación o alternancia de los neumáticos se debe hacer cada 6,000 millas o más, y es una buena idea revisar la banda de rodadura y la presión mientras se hace. Puedes ajustar el tiempo de rotación de los neumáticos para que se corresponda con otros trabajos de mantenimiento, como los cambios de aceite, y aprovechar de hacerlo todo mientras el carro está en el mecánico. Es lo ideal, pero si no puedes coordinarlo, igual es muy fácil alternar los neumáticos por ti mismo.
Conoce tus ruedas
La forma en que se alternan o rotan los neumáticos varía según el vehículo, por lo tanto, consulta el manual para encontrar el procedimiento exacto. Es posible que desees marcar los neumáticos con tiza para ayudar a rastrearlos.
Suponiendo que las cuatro ruedas son del mismo tamaño y las llantas no son direccionales, querrás rotar las ruedas en un patrón de «cruce hacia atrás» para los vehículos con tracción trasera, doble tracción o con tracción en todas las ruedas.
En este patrón, las ruedas delanteras se mueven hacia atrás diagonalmente, de modo que el neumático delantero izquierdo se monta en la posición trasera derecha, mientras que el neumático delantero derecho se mueve a la posición trasera izquierda. Los neumáticos traseros, por su parte, se mueven hacia adelante, pero permanecen en el mismo lado.
El patrón para los automóviles de tracción delantera es el opuesto. Se debe hacer un «cruce hacia adelante» donde las ruedas traseras se mueven hacia adelante y cambian de lado. Alternativamente, puede mezclar las llantas en un patrón «X», donde cada rueda se mueva diagonalmente, independientemente de las ruedas con tracción.
Algunos autos tienen neumáticos direccionales (por lo general se puede distinguir por el dibujo de la banda de rodadura en forma de V), y estos sólo se pueden girar de atrás hacia adelante, o de adelante hacia atrás, pero no de un lado a otro.
Si las ruedas delanteras y traseras de tu automóvil son de diferentes tamaños, sólo puedes cambiarlas de lado a lado. Si las ruedas son direccionales y tienen diferentes tamaños, los neumáticos deberán quitarse de las llantas y montarse nuevamente, lo cual no es algo que puedas hacer tan fácilmente en casa, a menos que tengas una máquina de montaje de llantas.
La mayoría de los automóviles modernos tienen cuatro ruedas de tamaño completo y una llanta de repuesto compacta, generalmente llamada «rosquilla». Esa llanta de rosca solo debe usarse en caso de emergencia, pero puedes usarla como un marcador de posición mientras cambias las ruedas de posición. Si tu automóvil tiene un repuesto de tamaño completo (lo que significa que es idéntico a los otros cuatro neumáticos), es posible que quieras establecer una rotación de cinco neumáticos para que se desgasten todos al mismo ritmo.
Finalmente, las camionetas duales, que tienen dos juegos de ruedas traseras, tienen su propio patrón de rotación. De nuevo, esto puede variar si las ruedas delanteras y traseras son de diferentes tamaños, por lo que debes consultar el manual de para obtener detalles específicos.
Para empezar
Primero, prepárate para levantar tu auto. Busca una zona de terreno plano para trabajar, pon el freno de mano y coloca topes delante de la rueda delantera y detrás de la rueda trasera en el lado opuesto al que estás trabajando.
Necesitarás algo para sostener el automóvil mientras mueves las llantas. Los soportes para gatos son la solución más sencilla, pero también puede montar la rueda de repuesto en cualquier cubo que no tenga un neumático como marcador de posición. Si tu automóvil tiene un repuesto de tamaño completo, es posible que desees rotarlo de todos modos.
Viendo estrellas
Antes de levantar el automóvil, tendrás que aflojar las tuercas, sin quitarlas por completo. Con la rueda aún en el suelo tendrás la resistencia necesaria para soltarlas, pudiéndolas después quitar con mayor facilidad.
Si pruebas esto mientras la rueda está en el aire, será mucho más difícil, y debido a que las ruedas motrices pueden girar libremente, podrás forzar la transmisión.
La mayoría de los autos modernos tienen un patrón de cinco terminales de tuercas. La forma correcta de aflojarlas es en un «patrón de estrella», lo que significa que debe comenzar en la parte superior y aflojarlas en un patrón que vaya dibujando una estrella.
Esto evita que las llantas se comben (debido a que, por un momento, una parte tiene la presión de la tuerca, y otra parte no), cosa especialmente importante en las llantas de aluminio o magnesio, que son más frágiles que las llantas de acero. Si tu automóvil tiene un patrón de cuatro tuercas, simplemente afloja la tuerca en diagonal desde la que acabas de aflojar.
Con las tuercas aflojadas, pero aún en sus roscas, coloca el gato en la posición correcta debajo del automóvil. Todos los carros tienen ubicaciones específicas donde se puede colocar con seguridad un gato. Consulta el manual de para encontrar el punto de apoyo, y por nada del mundo pongas el gato en cualquier lugar. Una superficie aparentemente sólida puede no ser capaz de soportar el peso del automóvil, e incluso puede hacer que el automóvil se salga del gato.
Rotando las ruedas
Una vez que el neumático que deseas quitar está en el aire, puedes quitar el resto de las tuercas con los dedos. Si usas la rueda de repuesto como marcador de posición, ponla. Dos tuercas lo suficientemente apretadas como para mantener la rueda fija al cubo deberían ser suficientes, ya que no conducirás sobre ella. Pasa a la siguiente rueda, y repite el proceso.
Cuando vuelvas a colocar una rueda, vuelve a instalar todas las tuercas y apriételas lo suficiente para mantener la llanta asentada en el cubo o cojinete. Luego, vuelve a bajar el automóvil al suelo y apriételas un poco más. Estrictamente hablando, deberías usar una llave dinamométrica para asegurarse de que las ruedas están correctamente ajustadas a las especificaciones del manual del propietario.
Pero haciéndolo con una llave convencional debería funcionar. Aprieta las tuercas hasta que el nivel de resistencia aumente, pero no las aprietes en exceso, ya que eso puede dañar las llantas. De nuevo, este detalle es especialmente importante para llantas de aluminio o magnesio.
Una vez que los neumáticos estén en sus posiciones nuevas y correctas, ya está todo listo. Y ya que estás “jugando” con tus ruedas, es una buena oportunidad para verificar las presiones y profundidad de los surcos.
