Las obras de ciencia ficción latinoamericana y sobre todo el género del El Eternauta, posiblemente la obra cumbre de los argentinos sobre invasiones alienígenas y vivencias apocalípticas.
Es que la región tiene una rica tradición en escritura y dibujos que nos han llevado más allá de nuestra comprensión, mezclado muchas veces con contextos de países en conflicto, en épocas difíciles de dictaduras militares o ciudades tercermundistas que siempre han vivido en el limbo entre lo salvaje y la modernidad.
Por eso hicimos una pequeña recopilación en este universo, con las siete obras que creemos podrían adaptarse para llegar al streaming.
Mort Cinder (Argentina)

Creada por Héctor Germán Oesterheld y Alberto Breccia, esta historieta sigue a un inmortal que ha vivido múltiples épocas de la humanidad. Su tono filosófico y visual oscuro la hacen ideal para una adaptación con estética noir.
La historia sigue a Ezra Winston, un anticuario londinense que conoce a Mort Cinder, un hombre inmortal que ha vivido a lo largo de la historia de la humanidad. Mort ha estado presente en eventos clave como la construcción de la Torre de Babel, la Batalla de las Termópilas y la Primera Guerra Mundial. Cada relato comienza con un objeto antiguo en la tienda de Ezra, que sirve como punto de partida para que Mort narre sus experiencias.
El Incal (Chile/Francia)

Aunque es una colaboración internacional, Alejandro Jodorowsky, de origen chileno, es el guionista de esta obra. Su universo surrealista y complejo ofrece un vasto material para una serie de ciencia ficción profunda y visualmente impactante.
La historia sigue a John Difool, un detective de clase baja que, por accidente, se convierte en el portador del Incal, un misterioso artefacto con poderes cósmicos. A medida que avanza la trama, Difool se ve envuelto en una lucha intergaláctica entre fuerzas místicas, tecnológicas y políticas. La obra combina filosofía, misticismo, sátira y acción, creando un universo rico y complejo conocido como el Jodoverso.
Bárbara (Argentina)

Creada por Ricardo Barreiro y Juan Zanotto, esta serie ambientada en una Buenos Aires posapocalíptica y luego en el espacio, expone con claridad los tiempos oscuros por los que atravesaba Argentina en aquel entonces. La protagonista evoluciona de una niña vulnerable a líder de una rebelión interestelar, en una sociedad primitiva y machista dominada por una casta sacerdotal.
El Último Día sobre la Tierra (Colombia)

Escrita por Mario Mendoza y publicada por Planeta Cómics, esta saga explora historias sobre fenómenos naturales, hambrunas, crisis migratorias y cambios climáticos que muestran cómo la decadencia de la humanidad conduce a su autodestrucción. Las historias están inspiradas y desarrolladas en Bogotá, con una atmósfera oscura y siniestra.
Panóptica (Perú)

Creada por César Santiváñez y Hugo Espinoza, esta fantasía posapocalíptica se sitúa en un futuro donde solo sobreviven un millón de personas estériles. La historia coral aborda conflictos políticos y sociales, utilizando referencias de lo peruano a través de la escultura y el arte alternativo.
Karmatrón y los Transformables (México)

Creada por Óscar González Loyo, esta serie de historietas combina ciencia ficción y fantasía, siguiendo las aventuras de Karmatrón y su lucha contra las fuerzas del mal. La serie fue un éxito entre los niños y jóvenes mexicanos en los años ochenta, aprovechando el auge del anime y caricaturas de robots.
La historia sigue a Zacek, un humanoide extraterrestre que posee el Kalpé-Om, un cinturón que le permite transformarse en el poderoso guerrero metálico Karmatrón.
La trama combina elementos de ópera espacial, mitología, magia y filosofía, con influencias del budismo, taoísmo y esoterismo. También incorpora referencias a robots gigantes, naves espaciales y mechas transformables, aprovechando el auge de series como Mazinger Z, Transformers y Robotech en los años 80.
Hacia Otros Mundos (Chile)

Creada por Oscar Camino en 1956, esta saga de ciencia ficción cuenta la historia de un grupo de personas que viajan por el sistema solar, visitando la Luna, Ganímedes, Saturno, Marte y Venus. Es considerada la primera historieta espacial y de ciencia ficción chilena.
A través de sus aventuras, la historia combina elementos de exploración, tecnología y misterio, adelantándose a muchas narrativas de ciencia ficción que surgirían en la región años después.
Fue publicada entre 1956 y 1957 en la revista El Peneca de la Editorial Zig-Zag.