Es la serie del momento, una historia de ciencia ficción distópica que está arrasando en el mundo, y que viene desde una congelada Buenos Aires. Porque Netflix.
La adaptación del cómic de Héctor Germán Oesterheld y Francisco Solano López, publicada a partir de 1957, y que tiene a Ricardo Darín en la piel de Juan Salvo, ha dado un gran impulso a Argentina.
El récord de El Eternauta

Argentina está en boca de todos por estos días, porque ya ver un Buenos Aires bajo la nieve y la muerte, es algo que da para hablar. Pero también lo es los números millonarios que está celebrando la producción de la serie.
El Eternauta contribuyó con más de 41.000 millones (34 millones de dólares al tipo de cambio actual) a la economía del país, dijo Netflix.
También se metió rápidamente entre los diez primeros programas en países como Estados Unidos, Brasil, Francia, Alemania y España.
El gigante del streaming, que además confirmó una segunda temporada para la serie, no desglosa los presupuestos de producción, pero dijo que su medida tiene en cuenta el impacto más amplio en el PIB argentino. Esa medida tiene en cuenta el gasto directo en el programa, así como el efecto dominó, que podría ser los viajes, el turismo o el impulso a las tiendas locales y el empleo.
El dato sorprendente: cómo se hizo la nieve
El Eternauta comenzó sus grabaciones el 12 de mayo de 2023. El rodaje duró casi nueve meses, y durante ese tiempo se compartieron a través de X algunas fotos de cómo se grababa en medio de la ciudad. Los escenarios emblemáticos fueron reproducidos con precisión mediante sets físicos y escenas digitales, desarrolladas en más de 50 locaciones y 25 ambientes virtuales, según reportó Página 12. Además colaboraron casi 250 personas en toda la producción.
Un dato excepcional: ¿sabes cómo se hizo la nieve para cubrir Buenos Aires?: se utilizaron más de 410 toneladas de sal y eco-snow para simular la nieve tóxica.
Otro de los puntos destacados de la producción fue la enorme muralla de autos que utilizan los sobrevivientes para protegerse de los invasores. Sin uso de tecnología digital, el equipo apiló 17 vehículos con ayuda de grúas, en un hangar de 4.800 metros cuadrados.
La polémica con las Malvinas o Falklands
En los últimos días una polémica se ha tomado las redes sociales: la aparición en los subtítulos en inglés de la serie de «las islas Malvinas», en vez de hablar del nombre oficial impuesto por Gran Bretaña de este territorio: las Falkland.
Daiana Estefanía Díaz, traductora a cargo de los subtítulos en inglés de “El Eternauta”, explicó las razones de su postura. “Era la única opción viable, no tuve la menor duda”, señaló en su perfil en Linkedin.
“Apenas empecé a trabajar en la traducción al inglés de la serie El Eternauta y vi que Juan Salvo era excombatiente de Malvinas, decidí que iba a traducir ‘islas Malvinas’ como ‘Malvinas Islands’, y no como ‘Falklands’. Era la única opción viable, no tuve la menor duda. No sólo porque jamás se me ocurriría usar en ese contexto y en una producción argentina un nombre que no sea Malvinas, sino además porque sé que ningún argentino, sea real o ficcional, las llamaría de otro modo”, comentó Díaz.
“Una cosa fue dejar notas a traductores y revisores de casi treinta idiomas sobre cómo se juega al truco, y por qué hay que mostrar los tantos del envido antes de poner las cartas de nuevo en el mazo (…). Pero lo de las Malvinas era una cuestión mucho más profunda. Les conté que allá también nevó en 1952, que ese avión del ejército peruano no aparece por casualidad, que cuando dicen ‘las islas’ hablan de esas dos y muchísimas cosas más”.
“Es un tema sensible y muy presente que nos atraviesa en el ámbito político, histórico, cultural y social. Nos asienta en un lado de la historia del que no nos vamos a mover”, puntualiza. “Por suerte la humilde sugerencia se transformó en realidad y es por eso que si activan los subtítulos o los doblajes de checo, italiano, danés, japonés, etc., verán que en todas y cada una de las traducciones usaron el nombre Malvinas”, dijo.
“No se trata de caprichos personales ni de intransigencias, sino de buscar transmitir de manera fiel, auténtica y profesional la esencia y la idiosincrasia de estos personajes en el contexto de la obra y nuestro país más allá de las fronteras idiomáticas”, añadió la traductora.